En 1890 se celebraba en España la primera manifestación del 1 de Mayo, una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago.
Estos sindicalistas fueron ejecutados en Estados Unidos por participar en las protestas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. A partir de entonces se convirtió en una jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general que es conmemorada en la mayor parte del mundo.